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A Ponte Maceira

  • Foto del escritor: Turistela
    Turistela
  • 8 jul 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 7 ago 2020

Este pequeño pueblo de poco más de 60 habitantes, situado entre los municipios de Ames y Negreira (A Coruña), forma parte de la lista de los pueblos más bonitos de España desde diciembre de 2019. Es el primero de la provincia en aparece, y lo hemos visto escrito como: A Ponte Maceira, Ponte Maceira y Pontemaceira.

Mucha naturaleza verde, rutas de senderismo, historia, una presa con molinos, casas de piedra, todo muy enxebre...


Forma parte de la prolongación de la ruta Xacobea a Fisterra, porque el Camino de Santiago no acaba en la Catedral, sino que se puede continuar hasta llegar al Fin del Mundo donde las puestas de sol son espectáculos y, aunque ahora no se puede hacer, antes los peregrinos quemaban sus ropas para simbolizar el final del viaje.

Por lo que, desde hace siglos, los peregrinos pasan por este magnífico puente sobre el río Tambre para continuar su camino y hacer noche en Negreira, haciendo una primera etapa de unos 22 kilómetros. Disfrutando así de unas vistas preciosas acompañadas del tranquilo rumor del agua.

Se pueden visitar de forma gratuita los tres molinos en desuso, que de momento no tiene el acceso restringido ni hay control de aforo. Desde el puente se ve el pazo privado de Baladrón, una casa señorial gallega de mediados del s.XX, que hay a la orilla del río y que está muy bien cuidado. Si cruzamos el puente encontramos la capilla de San Brais (s.XVIII).

¿Qué tal si aprendemos un poco de historia? Para ello voy a basarme en la Xacopedia (sí, es como una Wikipedia pero del Camino de Santiago) de donde se saca una curiosa historia para a Ponte Vella:


El puente actual con circo arcos es de origen medieval (s.XIII-XIV), construido para obviamente comunicar los pueblos y de paso facilitar el cobro de impuesto sobre artículos que se comerciaban (llamado portazgo).

Pero cuenta una leyenda que el puente original estaba cuando los discípulos del Apóstol Santiago, apresados por soldados del régulo de Dugium, fueron liberados de su prisión por un misterioso ángel. Y en su huida, perseguidos por los soldados, el puente se vino abajo de forma que las pesadas losas acabaron con los soldados, ahogándolos en las aguas del Tambre, y pudiendo así escapar los discípulos.


Os recomiendo bajar a la orilla del río, que hay una pasarela de madera ya para eso, y buscar un sitio cómodo sobre las piedras.

A última hora de la tarde, con el sol y el agua, es un buen lugar para desconectar o tener una cita ;)


Incluso parece un buen lugar para bañarse, aunque esto no lo probamos.






Visita realizada el domingo 5 de julio de 2020 por la tarde.

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