"Momo" de Michael Ende
- Turistela
- 26 may 2020
- 2 Min. de lectura
Quiero dedicar la primera entrada de la sección de libros al que tanto significa para mí: Momo. Una novela fantástica de Michael Ende que conocí con doce años y he releído varias veces, significando cada vez algo diferente. Es lo bueno de releer el mismo libro en varias etapas de tu vida, que aprecias otros matices acorde a la situación del momento.
Una novela en la que se aprecia el tiempo, donde nos muestra que hay unos hombres grises que nos hacen "ahorrarlo", cuando en realidad nos lleva a dejar de disfrutar los pequeños placeres de la vida. Esos minutos en la ventana contemplando la vida pasar, un rato al día con un ser querido sin hacer nada más que disfrutar de su compañía... todo eso que nos llegamos a quitar solo por considerarlo una pérdida de tiempo y que nos lleva a la amargura, las prisas, el estrés, el pensar que seremos mejores si centramos nuestros valiosos segundos en cosas productivas, porque el tiempo es oro.
Y aquí aparece Momo. Una niña especial, que vive en las viejas ruinas de un anfiteatro a la afueras de un pueblo. Una de las pocas personas que saben escuchar y que, al hacerlo, consigue que la gente llegue a conclusiones maravillosas o saquen lo mejor de sí mismas. Que la creatividad y la imaginación sigan vivas y sean más divertidas que cualquier juguete caro.
Un libro narrado de forma amena, para todos los públicos. En el que cada capítulo nos da una enseñanza que cada uno entenderemos de forma distinta. Para mí enseña a ser mejor, a ser feliz con menos y a disfrutar cada segundo para llevar una vida feliz.
"Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón"
Recuerda, si alguna vez te cruzas con una niña vestida con un abrigo enorme y una tortuga llamada Casiopea, que caminan sin prisa, sabrás que en Momo encontrarás quien te escuche de verdad y te lleve a la casa de Ninguna Parte, donde escucharás a tu corazón. Pero, si por el contrario, con quien te cruzas es con un hombre gris, de traje gris, con maletín gris y fumando un cigarrillo gris... huye, pues te robará lo más preciado y serás desdichado.

Un clásico de 1973, del que tengo la edición de 1983 (heredada de mi padre) y otra de 2018 que me regalaron al ver que la primera estaba ya deteriorada.
Además hay un pub en Santiago de Compostela con el mismo nombre e incluso imagen, que es totalmente recomendable. Al entrar imita seguir estando en la calle, donde nunca acabas de ver todos los detalles de las paredes y es como trasladarse a un mundo paralelo de tranquilidad. Creo que es el mejor sitio para ir a tomar algo y evadirse en la terraza cuando el clima lo permite.
Os dejo las señas de su web por si algún día os queda de paso... No os lo podéis perder! https://www.pubmomo.com/
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